miércoles, 13 de febrero de 2013

MI RELACIÓN CON EL DINERO

Es una de estira y afloja.
Es la misma que con un amante temporal, cuando está ganoso me busca y cuando los sofoco se aleja. Es veleidoso y coqueto.
Me ha limitado.
Me ha condicionado.
Me ha prodigado.
Me ha enseñado mis prioridades.
En tiempos de abundancia recorremos las tiendas y compramos zapatos, libros, plumas y ropa.
En tiempos de escasez pagamos cuentas y ya.
Lo he sobreprotegido.
Me ha consentido.
Me ha puesto a dieta de cacahuates y amaranto.
Odiamos lo indispensable y necesario.
Lo administré.
Lo ahorré.
Lo presté.
Lo cobré.
Lo guardé.
Lo escondí.
Me lo robaron.
Me lo quisieron quitar. (No me dejé.)
Me ayudó a sacar a mi hermano de los separos.
Me ayudó a empezar mi negocio.
Me ayudó a titularme.
Me sorprende.
Le compramos a la hija lo que mi madre no me compraba.
Me falta siempre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario